jueves, 9 de octubre de 2014

4 Motivos para no poner las uñas en remojo antes de la manicura


foto www.photl.com


Durante mucho tiempo, las uñas se han sumergido en cuencos con agua tibia antes de hacer la manicura, con la idea de "para trabajar las uñas deben estar blandas", "ablandar las cutículas"..., sin embargo la última tendencia es no ponerlas en remojo previamente. 

Razones


  1. Las uñas son porosas, como esponjas, y absorben el agua al ponerlas en remojo,  y esto hace que se hinchen y se expanda su superficie. Si pintamos las uñas a continuación, lo que estamos haciendo es aplicar esmalte sobre una superficie hinchada, y cuando la uña recupera su nivel hídrico habitual y se deshincha, deja una capa de aire entre la uña y el esmalte, que no es visible al ojo humano.
  2. El esmalte es líquido hasta que se seca, quedando en ese momento rígido como el cristal, pero si queda una capa de aire entre medias, las posibilidades de que salte la laca se incrementan notablemente.
  3. Si has tenido las uñas en remojo, se vuelven más frágiles, y a la hora de limarlas es más difícil hacerlo correctamente.
  4. Además, si la manicura te la haces en un salón de manicura, e introduces las uñas en un bol de agua, corres el riesgo de coger hongos o bacterias, si el recipiente no ha sido correctamente desinfectado, después de haber atendido a una cliente con estos problemas.

Ahora ya sabes por qué en The Coloured Clap nunca ponemos las manos en remojo, eliminamos todos los restos del antiguo esmalte con quita esmalte sin acetona, y aplicamos un producto específico para ablandar las cutículas, en el caso de que sea necesario, y limpiamos cuidadosamente toda la superficie, para que no quede ningún resto.

Si eres de las que dice "a mi no me dura nada la manicura", ya sabes cuál puede ser el motivo.

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